No son frecuentes los ejercicios de autocrítica. Si son raros en la política, son quizá más extraños en el terreno intelectual. Los pavorreales no acostumbran reconocer despistes, equivocaciones, necedades. Al intelectual, tanto como al político, suele perderlo la necedad. Si a éste lo ciega la ambición, aquel se aferra con igual celo a la Idea. Sus libros, su teoría, su alegato pueden convertirse fácilmente en ideología: trampas del pensamiento. Petulantes colchones para dejar de pensar; prejuicios para no fastidiarse con de la reflexión. Para juzgar vale simplemente insistir en el criterio previo. El esfuerzo intelectual se reduce entonces a acomodar la realidad de tal forma que siempre confirme nuestra sabiduría.
Quizá por eso llama la atención el mea culpa de Michael Ignatieff. Hace unas semanas el ensayista canadiense metido a político publicó en el New York Times un largo artículo en el que reconoce su equivocación sobre la ocupación de Irak. El país lo publicó inmediatamente después. Ignatieff fue uno de los intelectuales que respaldó la intervención militar con razones humanitarias. Más que tratarse de un ataque preventivo, era a su entender una intervención democratizadora. Estaba convencido de que había que actuar para terminar con una política genocida. Independientemente del armamento del dictador, el ensayista canadiense justificaba la acción militar como el último recurso para remover a Sadam Hussein.
Ignatieff reconoce hoy que su respaldo a la guerra fue un error. Emplea el caso para reflexionar sobre la naturaleza de la inteligencia política. Regresa así a plantearse preguntas clásicas: ¿qué significa la razón para el actuar político? ¿Cuáles son sus parámetros, sus fuentes, sus límites? ¿Es peculiar el razonamiento de un estadista?
Para leer el artículo completo...
- Michael Ignatieff, "Getting Iraq Wrong," The New York Times Magazine, 5 de agosto de 2007.
- Michael Ignatief, "Bush debe decidir y pronto,", El país, 6 de agosto de 2007.
- Isaiah Berlin, "Sobre el juicio político," Vuelta, noviembre 1996.
- Algunas reacciones a Ignatieff.
Algunos libros de Ignatieff:
A veces se comete el error de pensar en la democracia tanto como una idea ùnica y como en algo que se puede forzar en un pueblo donde esta forma de convivencia no se encuentra en la vanguardia de las aspiraciones.
Si fue muy triste ver a Ignatieff, que tan bien habia escito sobre equilibrios de Libertad y Seguridad, apoyar la idea de la invasion, mas triste fue ver su exposicion en el programa de Charlie Rose.
Federico
Publicado por: Federico M. Garza Martinez | 26/08/2007 en 05:48 p.m.