Tony Judt tiene prisa. La vida se le escapa y apenas le queda tiempo para comunicarse. Pronto no podrá ya dictar sus textos. Tendrá sólo control de sus párpados. Antes que la jaula de su cuerpo lo asfixie definitivamente, se entrega a la tarea de pensar y compartir reflexiones. Acaba de aparecer un libro suyo: Ill Fares the Land, un llamado a la renovación de la socialdemocracia. La introducción puede leerse aquí .
Una brújula se puede encontrar en el legado talmúdico del ‘Tratado de los padres’ o ‘Tratado de los principios’ (‘Pirke Avot’), brevísima obra que interpela a creyentes y a no creyentes por igual. Su fuerza ética cohabita con su aguijón aforístico.
Destaco lo cardinal: "Si no soy para mí, ¿quién soy?, y si solamente soy para mí, ¿qué sentido tiene?, y si no es ahora, ¿cuándo?” (1:14)
Lo que nos ha erosionado es la falsa disyuntiva: otro de los saldos ominosos del siglo XX.
Publicado por: sbc | 19/03/2010 en 02:00 p.m.