Don Cogito lee el periódico
Zbigniew Herbert
En primera página
la noticia de la matanza de 120 soldados
la guerra ya duraba mucho
uno puede acostumbrarse
justo al lado, información
de un crimen espectacular
con el retrato del asesino
la mirada de Don Cógito
salta indiferente
la hecatombe de los soldados
para sumergirse con deleite
en la descripción del espanto cotidiano
un agricultor de unos treinta años
en una depresión nerviosa
mató a su mujer
y a sus dos pequeñuelos
con precisión se describen
la ejecución del crimen
la posición de los cuerpos
y otros detalles
a los 120 caídos
inútil es buscar en un mapa
la excesiva lejanía
los oculta como una jungla
no estimulan la imaginación
son demasiados
la cifra cero al final
los transforma en una abstracción
un tema para meditar:
la aritmética de la compasión
Traducción de Xaverio Ballester
Sería bueno respetar los signos de puntuación. Para que se entienda mejor.
Publicado por: Jorge Saldaña | 17/08/2010 en 09:19 p.m.
Se trata de un fenómeno generalizado.
Los asesinos y los muertos anónimos son un conglomerado difícil de digerir. Las historias individuales despiertan nuestra curiosidad morbosa y cuando están bien escritas, se traducen en el único acceso a la literatura para el ciudadano común.
Publicado por: Cep | 19/08/2010 en 01:07 a.m.