Timothy Garton Ash describe hoy en el Guardian los arcaísmos de la política británica. ¿Qué país podría atreverse a nombrar cincuenta parlamentarios vitalicios? ¿Zimbabwe, Turkmenistán? No: Gran Bretaña. La Cámara de los Lores ha resistido el paso del tiempo y es hoy una asamblea para que los partidos paguen deudas a sus donantes. Una institución rancia que, sin embargo, ha servido para detener excesos legislativos. Garton Ash se pronuncia por un cambio moderado. Para la cámara alta debe encontrarse un principio peculiar de representación. No tiene sentido repetir el mecanismo electivo de la cámara baja. Sugiere dos tercios de senadores electos por periodos largos y un tercio de senadores nombrados por el Parlamento.
En efecto son un montón de arcaícos retrogrados.
Publicado por: online pharmacy | 13/02/2012 en 01:32 p.m.