El historiador Simon Schama, autor de un interesante documento sobre la historia de la Gran Bretaña y cronista de la boda reciente, escribe sobre las lecciones de los Windsor. Hace un siglo nadie daba un centavo por las monarquías hoy acompañan democracias estables. Los Windsor entendieron que su reinado exigía, en primer lugar, abandonar las funciones de gobierno. También lograron una extraña fusión: la majestad que sólo se afirma en la distancia y la familiaridad burguesa. Schama recuerda el curioso alegato de Robert Filmer en contra de Hobbes reivindicando el carácter natural y patriarcal de la política. Quizá Filmer tenía alguna razón: el poder tiende a la perpetuación por el parentesco.
lo que si es muy curioso en es caso es la manera en la que los resultado se dan, pero bueno no siempre es la misma historia y no siempre se tiene el mismo final.
Publicado por: pharmacy reviews | 07/11/2011 en 02:38 p.m.