Alain de Botton, autor de Religión para ateos, escribe sobre el fracaso de los museos para ser lo que él quisiera que fueran: templos. Su crítica es, en realidad, un cuestionamiento al arte contemporáneo y su rechazo a la instrumentalidad. Ir a un museo es asistir a un espectáculo confuso. Es la "veneración de la ambigüedad," dice. De Botton cree que los curadores deberían aprender de la iconografía cristiana y regresar al arte como pedadogía. Que el arte no sea para el arte, que sea para algo más.
¿QUE TAL QUE EL ARTE NO SEA PARTE DEL EGO?
Publicado por: FMGARZAM | 22/03/2012 en 06:17 p.m.