Yves Bonnefoy
Sucedía que era preciso destruir y destruir y destruir,
Sucedía que sólo a ese precio existe salvación.
Romper la faz desnuda que aparece en el mármol,
Golpear toda forma, toda belleza.
Amar la perfección porque ése es el umbral,
Y negarla tan pronto se conoce, olvidarla a su muerte,
La imperfección es la cima.
Publicado en Letras libres, diciembre de 2005
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